Eliodoro Ortiz de Zárate

(1865 – 1953)

El caso de Eliodoro Ortiz de Zárate es uno de los más complejos y fascinantes de la música docta nacional; una biografía de ribetes novelescos que en pocos años transitó del joven compositor, de la anhelada promesa de la música nacional, de la admiración, becado al Conservatorio de Milán, del primer chileno en estrenar una ópera (“La fioraria di Lugano”, 1895), a recibir el repudio de la crítica, el menoscabo social, el rechazo y el consecuente olvido tanto de los escritos musicológicos como de la misma historia musical nacional. Visto hoy en perspectiva más objetiva, sin duda que se trata de un músico talentoso, de importante influencia del ochocientos italiano verdiano, no alejado de la Grand Opéra meyerberiana y ciertas influencias wagnerianas, de personalidad fuerte como fuertes fueron sus detractores, anhelante de una esquiva fama centrada en la composición de óperas, justamente el género social e institucionalmente más visible por entonces en nuestras repúblicas americanas. Esto se traduce en una magra obra instrumental en comparación con la vocal, que comprende óperas y canciones. De entre estas segundas destaca la estrófica “Amore! Amore!”.

De esta canción podemos dar una datación cercana a 1885, ya que es una pieza testimonial dedicada a la señorita Matilde Pinto, soltera, que luego de esa fecha ya sería su esposa. El texto mismo, en un italiano particular (errores como “profummo”, “coure” y rarezas casi huidobrianas como “russignor”), podría ser del propio compositor, ya que confiesa su amor por aquella “Matilde etérea”.

El estilo es clásico en su trabajo estrófico, de una clara melodía acompañada. No hay intenciones de innovación en esta canción porque ni el estilo ni la función de esta lo buscaba, pero sí se puede apreciar el seguro oficio, el atractivo melódico, la clara conducción emocional del texto, que se subraya por los posludios pianísticos que retoman parte de la melodía. Digno de mención es el uso de los tresillos, característica muy querida a Ortiz de Zárate, notable en su gran ópera “Lautaro” (1902).

  • Amore! Amore!
    Compositor: Eliodoro Ortiz de Zárate
    Texto: Eliodoro Ortiz de Zárate
    Cantante: Santiago Peralta, Tenor
    Pianista: Andrés Silva