El compositor, pianista y pedagogo chileno Raoul Hügel nació en Pau, Francia, pero llegó a Chile en su primera infancia junto a su madre, la francesa Amelia Larque, y su padre, el cellista alemán Arturo Hügel. En Santiago recibirá su formación musical al alero del Conservatorio Nacional, con maestros como Federico Schröder en piano y Federico Stöber en composición, también estudiará violín. Sin embargo, será su padre la gran figura tutelar en su formación y desempeño musical. Desde su adolescencia tendrá una destacada labor como pianista, con elogios de público y prensa, y efectuará giras por Chile mostrando su talento. También empezará a componer, mayormente obras de cámara para piano o canto y piano. En 1895 gana un concurso de composición en nuestro país y esto, junto al esfuerzo familiar, le permitirá viajar en 1897 a perfeccionar sus estudios a Alemania. Su estadía de dos años le pondrá en contacto con grandes figuras musicales, como Teresa Carreño (con quien tomará clases) y recibirá lecciones de distinguidos maestros, además de presenciar una riquísima vida musical que le estimulará e ilusionará. Será el momento, además de componer en formatos más grandes, como óperas (siempre con textos y libretos de su autoría) y poemas sinfónicos. De hecho, el 1° de enero de 1899 estrenará en la casa del Conde von Gribenau la ópera «Herta» y el poema sinfónico «El amigo perdido», siendo esta la primera ópera de un chileno en ser oída y estrenada en el extranjero y, el segundo, el primer poema sinfónico compuesto por un connacional. Sin embargo, en 1899 su padre le exige regresar a Chile, ya que ha recibido con preocupación noticias de que su hijo, además de componer, lleva una licenciosa vida de excesos que están malogrando su salud.

De vuelta a Chile, Raoul Hügel se integrará a la vida musical de cámara impulsada por su padre y buscará estrenar sus óperas, lo que logrará sólo con «Velleda», compuesta en Alemania en 1898 y presentada públicamente en 1902 en Valparaíso. El gasto implicado, lo impredecible de los resultados y el desgaste humano de este montaje hará que paulatinamente desista no sólo de estrenar grandes obras, sino de componer; después de sus primeros treinta años de vida es muy poco lo que se conoce de su autoría, dedicándose mayoritariamente a la docencia de piano en el Conservatorio Nacional, donde, a lo largo de varias décadas, tendrá destacados alumnos.

La obra compositiva de Raoul Hügel que se preserva contempla dos óperas («Velleda» y «Ghismonda», ambas en manuscritos autógrafos), oberturas, una pieza concertante para piano y orquesta, el poema sinfónico «Fresia», piezas para piano, una sola obra para canto y piano (algunas otras, pertenecientes a su archivo, han sido falsamente atribuidas a él); algunas de estas obras fueron publicadas en revistas de circulación local, pero casi todas permanecen de manera manuscrita. La mayor parte sus composiciones se encuentran preservadas en el Centro DAE del Teatro Municipal.