Schweizers Heimweh

Siglo XIX. Canciones de una nueva nación

Obra: Schweizers Heimweh
Compositor: Wilhelm Frick
Texto: Johann R. Wyss
Cantante: Francisca Jünemann, Soprano
Pianista: Andrés Silva

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Ayudas para la interpretación (116Kb)

«Schweizers Heimweh»

Esta cantata o escena, terminada de componer el 27 de junio de 1862, más que un Lied tradicional, explora el tema de la añoranza patria, del exilio emocional. No es de extrañar que el tema cale hondo en un Frick que estaba inmerso en una suerte de Alemania en el destierro, como era nuestra colonización en el sur. El poema da pie a un trabajo de composición amplio, como si de una escena de ópera se tratara, y para ello recurre a procedimientos compositivos, como la frase melódica recurrente, que va dando unidad a una composición con bastantes secciones contrastadas, detallada en anotaciones de dinámica, metronómicas y de agógica, que no escatima recursos estilísticos operáticos, como las exclamaciones, los trémolos y fanfarrias, la zona aguda de la voz como extravertido subrayado emocional, no es ajena a la influencia estilística de un Weber, a las figuras de acompañamiento asociadas al bel canto y post clasicismo italiano, estilos bien conocidos por Frick ya desde su aprendizaje y prácticas en Alemania. Esto redunda en una de las composiciones vocales más extensas y ricamente compuestas por el compositor, que requiere un desempeño vocal que se aleja del amateurismo, al igual que su escritura pianística requiere de mucha solvencia. Esta obra da a entender una búsqueda compositiva de arte, por un camino distinto a la creación de repertorio de salón y de interpretaciones domésticas, cumpliendo así con el diverso y funcional catálogo que se esperaría de un compositor, con el talento de llenar distintas demandas y deseos musicales, tanto externas o propias.